La artista catalana congrega a cientos de seguidores en pleno centro de la capital, provoca alteraciones en el tráfico y el transporte público, y arrastra la reacción crítica del José Luis Martínez‑Almeida, alcalde de Madrid, que advierte de posibles sanciones.
En una inesperada acción promocional de su próximo disco Lux, programado para el 7 de noviembre, Rosalía terminó colapsando el tramo más emblemático de la Gran Vía madrileña. Según fuentes policiales, la convocatoria apenas anunciada por sus redes sociales generó una concentración espontánea de más de 500 personas en la zona de la Plaza de Callao, lo que derivó en cortes de tráfico, desvíos del transporte público y el cierre provisional de accesos al metro.
La artista condujo un coche hasta la zona, rodeada de seguidores y cámaras, y bajó del vehículo para correr a pie hacia el hotel cercano, seguida por una multitud. El evento, más bien una aparición fugaz que un concierto, tenía como objetivo revelar la portada de su nuevo álbum en las pantallas de Callao.
Reacción del Ayuntamiento
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, manifestó su malestar por el incidente, calificando el espectáculo como un acto que “puso en peligro la integridad física de las personas”. Aseguró que el evento carecía de la autorización municipal correspondiente y que el consistorio estudia abrir expediente sancionador.
Según el atestado de la Policía Municipal de Madrid, fue necesario desplegar unidades antidisturbios y desviar tráfico en varias calles adyacentes a la Gran Vía.
A pesar de ello, Almeida también expresó satisfacción por que una artista de talla internacional haya escogido Madrid para esta acción: “Nos sentimos muy contentos de que Rosalía haya elegido la ciudad y un lugar tan emblemático como la Plaza de Callao” —añadió— “pero creo que se pueden hacer las cosas de una forma diferente”.
Consecuencias y contexto
En la práctica, el suceso ha generado un debate sobre la regulación de actos públicos improvisados en el centro urbano y la necesidad de coordinación con las autoridades. La promotora del evento no habría solicitado permisos para este tipo de convocatoria, lo que puede desembocar en multas o sanciones según el Ayuntamiento.
Para Rosalía, la jugada ha servido para generar expectación: el álbum “Lux” ya fue anunciado oficialmente esta semana y la acción en Madrid se inscribe en una campaña global de promoción.
