Madrid se prepara para una de las reformas más ambiciosas de su red de transporte público. A partir del 31 de mayo de 2025, la Comunidad de Madrid iniciará las obras de modernización integral de la Línea 6 del Metro, con el objetivo de convertirla en la primera línea completamente automatizada del sistema antes de 2027. Los trenes funcionaran sin conductor, pasaran uno cada 2 minutos y serán más grandes.
La Línea 6, una de las más utilizadas del suburbano con más de 400.000 viajeros diarios, será objeto de una renovación tecnológica y estructural que requerirá cortes parciales del servicio durante varios meses. Las obras se estructurarán en dos fases:
- Del 31 de mayo al 12 de septiembre: cierre del tramo entre Moncloa y Méndez Álvaro.
- Del 13 de septiembre al 31 de diciembre: cierre entre Moncloa y Legazpi.
Durante ambos periodos, se habilitarán servicios especiales gratuitos de autobuses EMT, con frecuencias de paso entre 3 y 5 minutos, para reducir el impacto en los usuarios habituales.
Una línea sin maquinistas
La modernización permitirá que la Línea 6 funcione con trenes sin conductor, una transformación que permitirá reducir el intervalo de paso a dos minutos, aumentando un 17 % la capacidad de transporte. Esta automatización incluirá una renovación completa del sistema de señalización, control de trenes y comunicaciones.
Uno de los elementos clave del proyecto es la instalación de mamparas de seguridad en los andenes de las 28 estaciones, por un importe superior a 104 millones de euros, y la sustitución de las travesías de madera por placas de hormigón, una actuación valorada en más de 168 millones.
Un cambio de modelo
La Comunidad de Madrid ha asegurado que esta reforma no supondrá pérdida de empleo para el personal del Metro: los maquinistas serán reubicados en otras líneas, y se prevé mantener la interlocución con los sindicatos para garantizar una transición ordenada.
Además, el Consorcio Regional de Transportes ha previsto encuestas a los usuarios para ajustar las alternativas de movilidad durante los meses de cierre, adaptando la oferta en función de la demanda.
Con una inversión que supera los 800 millones de euros, esta transformación de la Línea 6 coloca a Madrid en la vanguardia del transporte urbano europeo. La automatización, un modelo ya implantado en ciudades como París o Barcelona, promete un servicio más frecuente, seguro y eficiente para miles de usuarios diarios.