Este mes, con motivo de las fiestas en Vallecas, se pudo disfrutar en Madrid, de una maravillosa concentración de vehículos Seat 600 y otros vehículos clásicos. El evento formó parte de las Fiestas de la Virgen de la Torre, patrona del distrito. La concentración arrancó en la explanada del Ensanche de Vallecas, en la intersección de la calle de la Cañada del Santísimo con la avenida del Ensanche, mostrando ese trocito de historia al que se nos van los recuerdos cuando los ves pasar por las calles y carreteras de Madrid.
Más que un simple acto festivo, esta concentración representa la fuerza con que el Seat 600 sigue vivo en la memoria colectiva de los madrileños.
Hubo un tiempo en que España era en blanco y negro… pero tenía ruedas. Cuatro, pequeñitas, y se llamaban Seat 600.

¿Qué representa el Seat 600?
El Seat 600 fue fabricado entre 1957 y 1973 bajo licencia de Fiat, basado en el Fiat 600 diseñado por Dante Giacosa.
Se produjeron en total cerca de 800.000 unidades (algunas fuentes dicen 794.406, otras 797.319) en ese periodo
Fue un coche decisivo para la motorización de España, al permitir que muchas familias pudieran tener vehículo propio en un país que salía de décadas difíciles, con escasez de recursos y muchas barreras logísticas.
Las primeras versiones: el modelo N, luego D, E y la versión de lujo “L Especial”. Cada cambio implicó mejoras de confort, motor o prestaciones.
Las primeras versiones: el modelo N, luego D, E y la versión de lujo “L Especial”. Cada cambio implicó mejoras de confort, motor o prestaciones.
Datos sobre Madrid y la presencia del Seat 600
No he encontrado hasta ahora cifras oficiales recientes que digan cuántos Seat 600 siguen circulando solo en Madrid, ni una estadística concreta de propietarios con modelos históricos de los 600 en el municipio. Sin embargo:
En varias concentraciones en la Comunidad de Madrid se reúnen cerca de 100 Seiscientos en eventos populares, como en Leganés y MostolesExisten clubes dedicados, como el Club 600 Puerta de Alcalá en Madrid, que organizan salidas y concentraciones regulares, lo que demuestra que la comunidad de aficionados está viva y organizada. (Se ven imágenes de sus actividades recientes en los medios del club)
.¿Por qué crees que interesa tanto este coche aunque haya pasado tanto tiempo?
Símbolo social y cultural: No fue solo un coche económico; fue el vehículo que movilizó económicamente a España durante los años sesenta. Fue el primer coche “asequible” para muchas familias.
Valor de colección: los que se conservan pueden valer bastante si están bien restaurados. No sólo por nostalgia, sino porque hay piezas que ya no se fabrican, se necesita habilidad técnica, artesanía mecánica y dedicación.
Eventos comunitarios: concentraciones como la de Vallecas sirven para mantener viva la memoria colectiva, transmitir de generación en generación la historia del coche, promover el esfuerzo de restauración, fomentar orgullo local, etc.
Entre 1957 y 1973, casi 800.000 unidades salieron de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. Era más que un coche: era el pasaporte a la modernidad, el primer ‘vehículo oficial de la clase media española’.
Dicen que en un 600 cabían cinco… pero la realidad era otra: entraban siete, la suegra, el perro y hasta la sombrilla de Benidorm. Eso sí, con las cuestas, más de uno tenía que bajarse a empujar.

El 600 fue también libertad para la juventud: escapadas de fin de semana, primeras citas, viajes a la playa. Para muchos, fue el escenario del primer beso… y del primer calentón del motor.

Tenía 21 caballos de potencia… sí, 21. Y aun así, era el pura sangre de las carreteras nacionales. Alcanzaba los 95 km/h… en bajada y con viento a favor.
¿Qué precio tenía el 600?
1957 (lanzamiento): el Seat 600 costaba unas 65.000 pesetas (≈ 390 € actuales, aunque en poder adquisitivo era muchísimo más).
Años 60: con la popularización y las sucesivas versiones (600 D, E, L Especial), el precio fue subiendo hasta situarse en torno a las 90.000-100.000 pesetas en 1965.
Final de su vida (1973): un 600 nuevo costaba alrededor de 120.000-130.000 pesetas.
El salario medio en 1960 rondaba las 2.000-2.500 pesetas al mes.
Comprar un 600 equivalía a 3-4 años completos de sueldo de un trabajador medio, sin contar gastos.
Es decir, era un gran esfuerzo, pero posible gracias a créditos blandos, ahorro familiar y porque en España no había apenas coches baratos alternativos.
¿Qué clase social lo compraba?
Clases medias emergentes: empleados públicos, pequeños empresarios, comerciantes, oficinistas, maestros, trabajadores de fábricas en auge.
Clases trabajadoras acomodadas: aquellos que empezaban a beneficiarse del crecimiento económico del “desarrollismo” en los años 60.
Jóvenes profesionales: recién casados, parejas que lo veían como parte del proyecto de vida familiar.
El 600 fue el primer coche propio para miles de hogares que antes solo podían aspirar a una moto, una bicicleta… o al transporte público.

¿Qué supuso en sus vidas?
- Libertad de movimiento. Por primera vez muchas familias podían ir a la playa, de vacaciones o visitar a familiares lejanos en otro punto de España.
- Cambio en el ocio. Los fines de semana dejaron de ser solo “ir a la plaza del barrio” y pasaron a ser escapadas a la sierra, a la costa, al pueblo.
- Símbolo de estatus. Tener un 600 era demostrar que la familia había “subido un escalón”. Aparcarlo frente a casa era casi un trofeo.
- Elemento socializador. No había familia sin vecino o primo que pidiera “un viajecito”. Compartir el 600 era habitual.
- Puerta a la modernidad. Representaba el cambio de una España rural y atrasada hacia un país urbano, conectado y que empezaba a soñar con el consumo y el turismo.

Hoy, medio siglo después, el Seiscientos sigue rodando. No solo como coche clásico, sino como símbolo de una España que empezó a moverse, literal y figuradamente. Y aunque ahora lo veamos en concentraciones, sigue recordándonos que, con un motorcillo y mucha ilusión, también se hace historia.